El pasado viernes estuve en la Villarroel viendo esta obra de teatro, del autor Javier Daulte.
Para la representación de este cuento destinado al público adulto, La Villarroel presenta unas grandes gradas situadas a ambos lados; en ese espacio encontramos una escenografía sencilla y dividida en dos partes, la habitación de hospital donde se encuentra ingresada la abuela y la casa que comparten madre e hija, consiguiendo hacer simultanea la acción en ambos espacios. Además, un perfecto trabajo de iluminación permite saltar de una situación a otra, creando el clima adecuado para cada instante.
Javier Daulte es el autor de Caperucita, texto original de Tres dones i un llop estrenado en Buenos Aires en 2009; Daulte utilizó el clásico de Caperucita Roja como fuente de inspiración para escribir esta tragicomedia en la que encontramos tres personajes con una característica común: son incapaces de amar de forma sincera a nuestra «Caperucita», sin esperar nada a cambio.
Tres dones i un llop cuenta con un reparto fantástico, cuatro rostros muy conocidos y con una larga carrera a sus espaldas, que sacan el máximo partido de sus personajes para ofrecernos unas brillantes actuaciones: Amparo Moreno está magnífica en la piel de esa abuela de fuerte carácter y enfermiza salud, las actuaciones de Carme Pla y Mireia Aixalà son tan intensas que en los enfrentamientos que protagonizan llegan a saltar chispas, pero si debemos destacar a uno de los actores ese es Roger Coma, quien acapara la mayoría de las carcajadas con su histriónica interpretación de lobo mentalista que ha enloquecido de amor.
En definitiva, Tres dones i un llop se mueve entre la tragedia y la comedia, sorprendiendo y diviertiendonos a partes iguales, dejando en el público la agradable sensación de haber asistido a una fantástica revisión de ese cuento clásico de la infancia que es Caperucita Roja.